.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Enterrement

Es como caer y rodar por una espiral que no termina. Es ver la misma película una y otra vez con una cadena de déja vùs en donde todos viven como si no recordaran nada y no te pudieran oír gritando mientras clavas las uñas en el piso sin logro alguno. Nada te empuja, pero nada te detiene. Caes y caes y sigues cayendo; entonces hiperventilas y el frío trepa hasta tu pecho. Ojos que ven borroso, siluetas deformes, latidos y de repente nada... tu cuerpo no te deja respirar más y se detiene. Puedes ver, puedes pensar y crees que vas a morir en ese mismo momento. Esperas que alguna mano te arrastre porque parece que al fin es el momento, pero no pasa nada. Tu pecho ya no se mueve y aún así sigues consciente. No. No es el momento, no puede serlo. Algo se enciende adentro de ti y puedes sentir tu piel gritando en cada vello que se eriza. Ves obscuridad mientras inhalas como nunca lo has hecho, como si volvieras a nacer pero sin los beneficios de ser nuevo. No parece otra oportunidad, parece más una idea deforme que no ha incubado en tu cabeza lo suficiente. Nada sale como lo planeaste... ¿alguna vez lo hizo?