.

martes, 1 de enero de 2019

Mi experiencia con el abuso sexual y trabajo como modelo de webcam (no es lo que esperas)

Como cualquier otra persona tratada como mujer desde mi nacimiento, tengo un largo historial de acoso sexual. Recuerdo miradas y comentarios inapropiados por parte de señores desde que tenía más o menos doce años, con la probabilidad de que hayan ocurrido antes. La primera vez que abusaron sexualmente de mí, fue en mi cumpleaños número 18, por parte de un exnovio en el coche de uno de sus amigos. Al día siguiente yo seguía sin entender bien qué había pasado y por qué me sentía así. Cuando lo vi en persona unos días después, él se disculpó y hasta lloró. Yo, todavía fuera de la realidad, le dije que no pasaba nada, que había sido un error y lo entendía. Pasamos juntos unos meses más hasta que yo ya no me podía acercar a él sin sentir asco. Aunque mi mecanismo de defensa me llevó a hacer como si nada, mi cuerpo nunca lo olvidó y pasé un par de años sin comprender por qué sentía ese asco. Olvidé por completo lo que me pasó en esa fiesta de cumpleaños y lo enterré.

Cuando estuve en la siguiente relación, me encontré con alguien que no me obligaba a hacer cosas que no quería y fue así como me animé a tener sexo por primera vez. Por otras razones, recordé lo que había ocurrido con la pareja anterior y se lo conté, parecía entender por qué para mí eran tan difíciles algunas situaciones. Por un tiempo las cosas parecían ir bien. Sin darme cuenta de el momento en que dejó de ser así, me encontraba teniendo sexo a la fuerza; no es como sale en las películas y te enseñan en la escuela, no siempre te golpean y te arrancan la ropa. A veces lloran, a veces te dicen que se sienten mal porque les dices que no, que se sienten feos o rechazados, que sienten que ya no los quieres. A veces uno termina cediendo porque las discusiones y el chantaje emocional te desgastan. Me fui hartando y con el tiempo también él. La ocasión que más recuerdo es una en la que intentó hacerme sexo oral aunque ya le había dicho que no quería que me tocara ese día y cuando me enojé y lo empujé, me dijo que me calmara, "ni que te estuviera violando", respondió. Las otras ocasiones había llorado en el taxi camino a mi casa sin entender por qué, porque no sabía que eso también era abuso, que incluso podría considerarse como violación; pero esta vez sí que lo sabía. Ahora no comprendía por qué las cosas habían cambiado ni por qué me trataba así luego de haberle contado lo de mi relación anterior. Poco después terminamos y nuevamente me di cuenta de todo lo que estaba mal y lo que había hecho por hacerlo feliz, sacrificando mi cuerpo y bienestar emocional en el camino.

Después siguió un amigo que hice poco después del asesinato de mi padre, cuando obviamente era más vulnerable. Era amigo de una amiga cercana y lo dejé entrar a mi casa. Convivimos un tiempo, prácticamente viviendo juntos durante un par de semanas y aunque él quería algo serio, le dije que no, que a lo mucho podríamos ser amigos con derechos. Fue así como la mañana después de haber tenido sexo consensual, intentó penetrarme cuando yo todavía no había terminado de despertar. Entonces desperté y le dije que no, que me estaba lastimando. No se detuvo. Se lo volví a decir no sé cuantas veces hasta que lo empujé y le grité que no quería. Se asustó como si el abusado fuera él y comenzó a disculparse sin parar. Lo amenacé con apuñalarlo si me volvía a hacer algo así, diciéndole que ya no me importaba ir a la cárcel. Era cierto, ya estaba cansado, ya no me iba a callar como las otras veces. Sin embargo, quería que ya se callara y luego de la amenaza le dije que se detuviera, que sólo no lo volviera a hacer porque iba a cumplir mi promesa. Después de otras acciones de macho asqueroso, le dejé de hablar y le dije a mi amiga que no lo quería volver a ver en mi casa.

Llevo años pasando por situaciones donde la gente hace lo que quiere con mi cuerpo, donde me fetichizan, abusan, violan, lastiman... la mayoría situaciones normalizadas por "ser mujer", luego por ser hombre trans. Situaciones que me han hecho sentir tanta vergüenza que me las he callado. Sé que si doy nombres, se convertiría en un drama con gente atacándome por conocer a estas personas, de gente cuestionándome y ellos negándolo; legalmente sería completamente inútil por falta de pruebas. No tengo ganas de eso, sólo quiero sanar como lo he estado haciendo y continuar aprendiendo para no volver a agachar la cabeza. Aunque nunca será la culpa de la víctima (incluyéndome) y las únicas personas a las que habría que señalar aquí es a estos individuos, quiero usar el conocimiento que ahora poseo para salir de estas situaciones y reconocer conductas dañinas, quiero alejarme de personas así desde el inicio.

Cuando se trató de otros ejerciendo su voluntad sobre mí, me fue muy difícil notar que no debía ser así, después aceptarlo, defenderme y salir de ahí. Llevo apenas una semana trabajando como modelo de webcam. Siempre me dio curiosidad y conozco a un par de personas que lo hacen, muy abiertas sobre esto y su sexualidad en general, algo que admiro mucho por ser alguien a quien aun hablando abiertamente sobre situaciones sexuales, le cuesta bastante asumirse como un ser sexual. Probablemente por la violencia con que fui expuesto a este lado de mi vida, no estoy seguro. Creí que no sería capaz de hacerlo debido a mis inseguridades y me encontré con la sorpresa de haber desarrollado una seguridad en mí mismo que nunca antes tuve. En mi vida diaria, a los hombres les gusto a medias, ya sea por las modificaciones corporales que parecen ser demasiado para ellos o el hecho de ser un hombre transgénero con voz y bigote de puberto. Les gustan secciones de mí, pero no "yo", aunque se quieran hacer los muy abiertos de mente.

Cuando estoy trabajando (sí, es un trabajo), noto que es esto que soy, lo que las personas quieren ver. "Llevaba mucho buscando a alguien como tú" y "Eres justo lo que quiero", son frases que me dicen regularmente. Y no, no es como que encontrara al amor de mi vida ni nada de eso. Esto es trabajo y claro que quieren ver mi cuerpo, pero hay algo que yo no sabía: las personas van a estos sitios buscando conexiones también; a veces me pagan sólo por platicar o por que les cante una canción. Tengo buenas conversaciones durante horas, con individuos que quieren que pase un buen rato con ellos. No juzgo a quienes van sólo por el aspecto sexual de mi trabajo, es algo con lo que puedo empatizar; mucho menos juzgo a quien busca una conexión. A fin de cuentas ofrezco un servicio y me pagan por ello. Ya no soy yo siendo abusado, haciendo algo que no quiero. Soy yo tomando decisiones conscientes sobre mi cuerpo y mi tiempo, nadie me manda. Si alguien me insulta, lo bloqueo; si me piden que haga algo y no quiero, simplemente no lo hago. En tan sólo unos días, me ha sido más fácil aceptar a mi cuerpo con los cambios hormonales que está atravesando y las partes que menos me gustan. Creo que por más que lo explique, será difícil entender a qué me refiero con esto, porque para quienes están leyendo, puede que no tenga sentido que ahora que "vendo" o "rento" mi cuerpo, lo quiera más. Llevo unos años prostituyendo mi cerebro y vendiendo ideas para que quedaran a nombre de personas que hacen mucho más dinero del que me pagaban a cambio; di muchísimo tiempo, muchas horas extra en las que incluí perderme de momentos que nunca voy a recuperar, de momentos que eran importantes para mí y a nadie le pesa eso. Iinicialmente, me pregunté si este trabajo debería ser un secreto, pero ¿por qué debo avergonzarme de hacer lo que quiero con mi cuerpo? luego de años avergonzándome de que otros hicieran lo que querían conmigo, me siento orgulloso y siento que al fin tengo el control. No me siento mal, no siento culpa, no me siento sucio. No sé cuánto tiempo siga trabajando en esto, pero me alegra saber que depende de mí completamente.

Si se sienten mal por mí ahora, no lo hagan o háganlo pensando en lo mucho que me desgasté con otros trabajos o con exabusadores, porque es algo que no debería pasarle a nadie. Esa ya no es mi situación.